Día Mundial de la MIPYME 2023

Ya son varios años desde que Acopi Bogotá – Cundinamarca tomó la decisión de abanderar la celebración del día Mundial de la Mipyme. Es para nosotros un honor poder contar con el respaldo de ONUDI, de Colsubsidio, de todos nuestros patrocinadores y, por supuesto, de ustedes empresarios colombianos en este exitoso evento. 

El país tiene numerosos retos. La industria ha perdido su posición de liderazgo en materia de producción de empleo y de aportes al PIB, esto ha llevado a que se hable de reindustrialización no solo en Colombia sino en toda América Latina, ya que en las tres últimas décadas las políticas de liberalización llevaron en todo el continente a acentuar la matriz exportadora basada en materias primas básicas con muy poca elaboración y a aumentar el papel de las exportaciones de bienes minero energéticos con muy poco o nulo valor agregado. Esta política económica ha llevado a que América Latina se sitúe como una de las regiones más desiguales del planeta y a que Colombia sea considerado el país más desigual de América Latina.

Actualmente se habla de reindustrialización, cosa que es loable y necesaria, pero hasta el momento son notorios dos enormes vacíos que plantean serias dudas. EL primero es la continuidad y no replanteamiento de los tratados de libre comercio que no solo permiten que Colombia se llene de mercancías importadas, muchas de las cuales podrían producirse localmente, sino que impiden tener una política de compras estatales que fomenten la industrialización, con estos tratados se exige una política de inversiones que no permite orientar las inversiones extranjeras hacia determinadas áreas en donde puede tener mayores encadenamientos, mas aportes tecnológicos y mayor empleo. 

Otro desenfoque de la política de reindustrialización es la negativa a usar el petróleo, el carbón e incluso el gas como dinamizadores de la industria. En las estadísticas sobre el comportamiento industrial una cosa es la industria sin refinación de petróleo y otra muy distinta si se contabiliza el papel de las refinerías. Una promoción debería contar con la promoción del uso de los centenares de derivados de los combustibles fósiles que han formado parte de industrialización en todas partes del mundo. Un abandono o marchitamiento de la producción petrolera, no eliminará el consumo de los derivados sino encarecerá los costos de una gran parte del aparato industrial, de la construcción de infraestructura. 

En todo el mundo y dada la compleja situación internacional, la mayoría de los países buscan la seguridad y soberanía energética, basadas en la diversificación de las fuentes de energía, la no renuncia al uso de los recursos que abundan y en una transición hacia energías renovables paulatina, basada en la ciencia y acorde con el desarrollo tecnológico.

Es preocupante que no se haya aceptado un impuesto diferencial para las pequeñas y medianas empresas, lo cual está llevando a que la carga impositiva sobre el conjunto del tejido empresarial sea, incluso mayor que el de países de un nivel de desarrollo similar.

El afán redistributivo tiene de positiva la intención de aminorar los niveles de desigualdad, pero la masa de lo que se puede redistribuir es muy pequeña y no tiene el país una riqueza que permita con la sola redistribución resolver los enormes problemas sociales. Un PIB per cápita de alrededor de 6.000 dólares anuales, muy inferior a países como Chile, México y Costa Rica coloca un límite a los esfuerzos sociales, sino se cuenta política activa de fomento a la creación de riqueza y de fuentes de empleo lo cual debería ser el centro de la política económica.

No se puede olvidar que, junto a la incertidumbre sobre la dirección de las políticas económicas y las reformas, está el ambiente de inseguridad, la extensión de la violencia de todos los tipos y la atmósfera de pugnacidad que se ha fomentado desde el Ejecutivo.

Un tono anti empresarial, un desdén hacia los denominados ricos que en su mayoría son representantes de clases medias y el ambiente clientelista y politiquero con el que se pretenden tramitar los proyectos gubernamentales, causan preocupación y exigen que los gremios económicos mantengamos la independencia y la capacidad de apoyar lo bueno y criticar lo malo. 

Esperamos que esta agenda y los aportes de sus participantes contribuyan al debate nacional sobre la necesaria política industrial que requiere Colombia. 

Sean todos bienvenidos.